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Perfil psicosocial del agresor y de la víctima en la violencia escolar (página 2)




Enviado por norkalog Arellano



Partes: 1, 2, 3

Capítulo I

El
Problema

La evaluación
de las acciones
humanas juega un rol importante en los procesos de la
vida social en todo lugar. Algunos conceptos, que son
regularmente utilizados en dichas evaluaciones, resultan por
sí mismos extremadamente difíciles y ambiguos. Uno
de dichos conceptos es el de violencia, de
manera genérica podría definirse la violencia como
el uso de fuerza, o
más generalmente, el uso de poder, de una
manera tal que persigue dañar a otros en búsqueda
de los fines propios.

El abuso de poder es una práctica antigua como el
tiempo.
Siempre han existido personas mayores y pequeñas que
presentan conductas agresivas o que explotan los puntos
débiles de los demás en su provecho. Pero en los
últimos años se ha producido un incremento de la
percepción general de la violencia como
problema (Elliot, 1997:85). Parece que la sociedad
está tomando conciencia de que
estas conductas abusivas son perjudiciales para todos, tanto para
el que las provoca, como para el que las sufre, así como
para el entorno que las permite de una forma más o menos
abierta o encubierta.

El significado y definición del término
violencia es más controvertido, existen personas que
utilizan el término violencia o comportamiento
violento como sinónimos de agresión o
comportamiento agresivo. Con esta definición, puede
parecer natural hablar de violencia psicológica o incluso
violencia emocional. Otros utilizan una definición incluso
más amplia y emplean expresiones como violencia
estructural o institucional. Por razones diversas, la violencia o
comportamiento violento se define como comportamiento agresivo
dónde el actor o autor utiliza su propio cuerpo o un
objeto externo (incluso una arma) para infligir una lesión
o un daño,
relativamente grave, a otro individuo. La
definición de delitos
violentos en la ley criminal
incluyendo el homicidio, ataque
grave, robo y violación, se basa también en un
entendimiento muy relacionado.

Dentro de este orden de ideas, Arellano, Méndez y
Nava (2006:6) citando a Morea, definen violencia como:

…la violencia es una acción ejercida por una o varias personas
en donde se somete de manera intencional al maltrato,
sufrimiento, manipulación u otras acciones que atenta
contra la integridad física como
psicológicas o cualquier otro índole a las
personas.

En éste proceso y
quizás como parte de la información y los estudios realizados en
relación al problema, de alguna manera las víctimas
han ido tomando la palabra, poco a poco se van dando cuenta de
que es necesario denunciar las agresiones. Y esto va ocurriendo
en los distintos escenarios donde este tipo de violencia se
ejerce, a veces con absoluta impunidad y
otras con la connivencia de la autoridad
responsable.

Dentro de éste marco referencial, cuando se hace
alusión a aquellas conductas de maltrato y
victimización por abuso de poder que se dan entre niños y
jóvenes en edad escolar, el termino que se ha popularizado
para identificar el mencionado problema es el de Bullying. Este
fenómeno se enmarca en los comportamientos
problemáticos de los jóvenes (agresión,
indisciplina, vandalismo) con unas características propias
que lo convierten en objeto de una atención especial. Se trata de una
violencia desleal, que se va instalando poco a poco, como una
nueva forma de relación.

Las causas de esta violencia son múltiples, pero
hay que resaltar que reproducen inconscientemente ciertos
valores de
esta misma sociedad que los jóvenes en algunas ocasiones
rechazan, son los valores de
una sociedad que privilegia la ley del más fuerte, donde
el diálogo no
existe, los valores de una sociedad que no soluciona los problemas con
la negociación y el pacto, sino con posturas
intransigentes o con bombardeos de "consejos", y fáciles
soluciones.

Olweus es uno de los primeros en estudiar el
fenómeno de la victimización en el entorno escolar,
que denomina Bullying y lo define como:

"…una conducta de
persecución física y/o psicológica que
realiza un/a alumno/a contra otro/a, al que elige como
víctima de repetidos ataques. Esta acción,
negativa e intencionada, sitúa a la víctima en
una posición de la que difícilmente puede salir
por sus propios medios. La
continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas
efectos claramente negativos: descenso de la autoestima,
estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que
dificulta su integración en el medio escolar y el
desarrollo
normal de los aprendizajes. (2002:20).

Considerando lo expuesto por el autor, puede afirmarse
que el Bullying es uno de los problemas que más invalidan
a los docentes,
quienes no pueden o no saben como se debe actuar con las victimas
y con los victimarios o cómo puede este fenómeno
incidir en la conducta de ambos, ni que herramientas
utilizar para llegar a cambiar las actuaciones que caracterizan
al bullying.

En relación a lo planteado, el autor citado
plantea, que un buen pronóstico a tiempo mejora siempre
una conducta irregular que habitualmente suele predecir otras
patologías psicológicas en la edad adulta. Un
comportamiento excesivamente agresivo en la infancia, sino
se trata, derivará probablemente en fracaso escolar y en
conducta antisocial en la adolescencia y
edad adulta porque principalmente son niños con
dificultades para socializarse y adaptarse a su propio ambiente.
Considerando lo expuesto es relevante que el docente este formado
para actuar ante esta problemática.

El fenómeno bullying, representa una forma de
conducta agresiva, intencionada y perjudicial, cuyos
protagonistas son jóvenes escolares. No se trata de un
episodio esporádico, sino persistente, que puede durar
incluso años. La mayoría de los agresores o bullies
actúan movidos por un abuso de poder y un deseo de
intimidar y dominar a otro compañero al que consideran su
víctima habitual.

En la escuela como
institución, se generan interrelaciones personales entre
todos los que constituyen la comunidad
educativa, relaciones éstas dinámicas y por tanto
cambiantes como consecuencia tanto de las características
sociales que constituyen su contexto como de la propia dinámica interna. Estas relaciones deben
estar fundamentadas en un sistema de
convivencia basado en unas relaciones de respeto, de
colaboración, de inclusión y profundamente signado
por principios
democráticos.

En los últimos años los problemas de
convivencia en la escuela han atraído la
preocupación de la comunidad educativa y actualmente
trasciende ya a la sociedad en general al convertirse en centro
de atención de los medios de
comunicación de masas, que, posiblemente, han
contribuido a magnificar el problema si bien no es, desde luego,
algo baladí. Ciertamente, ha cambiado la forma de
relacionarse los distintos sujetos en el ámbito escolar y
un problema preocupante está afectando las relaciones
interpersonales. Este problema son los comportamientos
violentos entre iguales (alumno-alumno), entre alumnos-profesores
y contra las cosas (instalaciones, material escolar, entre
otros).

El maltrato escolar entre pares ha sido objeto de
estudio muy reciente, para la década de los 80 y de los 90
atrajo la atención de diferentes países como
Japón,
Gran Bretaña, Holanda, Canadá, Estados Unidos y
España
y en los últimos 10 años tanto la investigación como la intervención y
el desarrollo de políticas,
a aumentado. En los Estados Unidos, este aumento de
atención sobre este problema ha sido impulsado por algunos
hechos muy publicitados acontecidos en algunas escuelas y en los
que, en parte, el problema víctima / acosador estaba
relacionado con los estudiantes implicados.

Dentro de ésta problemática cabe destacar
la macro investigación realizada por Olweus y publicada en
1993, en las Escuelas de Noruega a más de 130.000
estudiantes, el instrumento utilizado fue un Cuestionario
denominado Acosador/Víctima. Obteniendo los siguientes
resultados: un estimado del 15% de los estudiantes del nivel
elemental y de secundaria, correspondiente aproximadamente a
edades entre los 8 y los 16, se veían involucrados en
problemas de acosador/víctima con cierta regularidad (2 o
3 veces al mes) como acosadores, víctimas o
acosadores-víctima. Este porcentaje representaba un
estudiante de cada siete. Un 9%, aproximadamente, eran
víctimas y entre un 6% y 7% acosaban a otros estudiantes
con una cierta regularidad. Sobre un 1.5% de los estudiantes
eran, a la vez, víctima y acosador (aproximadamente un 17%
de las víctimas).

Sobre un 5% de los estudiantes se veían
involucrados en formas más serias de acoso (como
acosadores, víctimas o ambas cosas), con una frecuencia de
una vez a la semana o con más frecuencia. Como las
preguntas relevantes del Cuestionario se refieren sólo a
la primera parte del primer trimestre hay pocas dudas de que las
cifras que se presentan dan una estimación bajista del
número de estudiantes involucrados en problemas
acosador/víctima a lo largo de todo un curso.

Un nuevo estudio realizado por el investigador en el
año de 2001 a las mismas escuelas en Noruega, que
participaran en el muestreo de la
investigación anterior. La muestra en este
caso estuvo constituida por 11.000 estudiantes provenientes de 54
escuelas elementales y de secundaria Los resultados fueron muy
parecidos al primer estudio; dado que el porcentaje de
estudiantes víctimas había aumentado
aproximadamente un 50% y el porcentaje de estudiantes
involucrados en formas más serias de acoso había
aumentado un 65%. Estos aumentos eran vistos como un indicador de
desarrollo
social negativo. Frente a esta situación real, es
evidente que el acoso escolar es un problema considerable en las
escuelas noruegas, un problema que afecta a un gran número
de estudiantes.

Ahora bien, el tipo de resultados reseñados no es
exclusivo de éste país solo hay que revisar la
prensa
internacional para comprobar los resultados de la violencia
escolar, obligando esto a mirar de manera diferente la
escuela y el aula como espacios de formación, interacción y construcción social de saberes pues, en
palabras de Gómez Mayorga (2004:101), los docentes poseen
"una visión miope que no se percata de la complejidad de
los espacios en los que se labora". Aún cuando es
frecuente escuchar a docentes y padres y representantes que
manifiestan su preocupación ante la violencia o maltrato
entre iguales, da la impresión que es muy poco lo que se
hace para detectar, comprender y corregir este tipo de
conducta.

De allí la necesidad de ampliar la visión
y profundizar en la comprensión de las actuaciones de
alumnos y docentes, de sus interacciones, con el fin de develar y
revelar aquellas manifestaciones de violencia explícitas e
implícitas, pues en muchos casos, da la impresión
de que no se tiene consciencia de la carga de violencia que
portan ciertas actuaciones los alumnos en el contexto escolar.
Avalando lo expresado Ortega y del Rey (2003:20), manifiestan:
"se desconocen las claves ocultas que, a veces, encierra el
microsistema de relaciones interpersonales".

En este orden de ideas, Duarte (2005:136) en un estudio
sobre la situación de la convivencia escolar en
Medellín, refiere la falta de estudios sistemáticos
y actualizados sobre el tema y, en consecuencia, las
intervenciones que, en las instituciones
educativas buscan mejorar el clima social, son
poco eficientes.

En Venezuela solo
se tiene que revisar la información de los medios de
comunicación para inmediatamente detectar el
incremento de casos de agresiones, robos, introducción al recinto escolar de armas blancas y
de fuego, peleas entre alumnos con resultados nefastos. Esta
situación y el saber que la educación es la
piedra angular para la paz, han obligado al Gobierno y a
Instituciones especializadas a realizar estudios para elaborar
estrategias que
permitan minimizar los niveles de violencia en las escuelas y que
faciliten la formación de un individuo fortalecido en los
valores relacionados con la ciudadanía.

Por otra parte, la educación en el marco
de la Constitución de la República
Bolivariana, sintetiza entre las categorías de la Nueva
Escuela que dan esencia a la Educación Bolivariana, "la
Escuela, espacio para la paz" (MECD,2004). Desde esa perspectiva,
la escuela orienta el desarrollo de los valores de paz, tolerancia,
diálogo, convivencia y solidaridad en
los espacios escolares y su entorno. En el documento se plantea
que la escuela como espacio para la paz implica el desarrollo de
los valores de paz, tolerancia y solidaridad en los espacios
escolares y su entorno. Para lograrlo, se proponen acciones
preventivas y de seguridad con
organismos e instituciones gubernamentales a la vez que se
promueven en las instituciones diversas estrategias que fomentan
la paz, la tolerancia, la convivencia y el respeto a las
ideas.

Uno de los documentos que
aborda lo planteado es el denominado "La Educación
Bolivariana, Políticas, programas y
acciones" (MECD, 2004) donde surgen propuestas que plantean
desarrollar un nuevo tipo de sociedad humanista con fundamento en
los principios de libertad,
igualdad y
justicia
social para construir un país soberano, con desarrollo de
la capacidad creadora de sus habitantes. En este sentido, la
educación se plantea como un medio para responder a los
requerimientos de la producción material en una perspectiva
humanista y cooperativa,
formar la cultura de la
participación ciudadana, la solidaridad
social, propiciar el diálogo intercultural y el
reconocimiento a la diversidad étnica.

Considerando lo planteado en documentos oficiales
venezolanos y en la Carta Magna,
el trabajo con
la educación para la paz implica cambios en la forma de
interpretar las relaciones sociales, en la forma de resolver los
conflictos que
son inevitables en cualquier sociedad y en una vivencia de los
derechos
humanos. Para ello, los mecanismos de resolución de
los mismos deberían ser la
comunicación, el diálogo y la
cooperación, aspectos estos que conforman lo que se conoce
como mediación escolar; estas capacidades, además,
deberían ser aplicadas en todos los ámbitos de la
sociedad.

Formulación del
problema.

Existe una gran preocupación social por el
aumento de comportamientos violentos en los niños y
adolescentes
en las instituciones educativas en el país, que ha ido
creciendo considerablemente en los últimos años y
cada vez a edades más tempranas, produciendo graves
problemas difíciles de afrontar en muchos colegios e
institutos.

La adolescencia es una etapa en la que el joven
experimenta grandes cambios de personalidad.
Se producen cambios de conducta e inestabilidad emocional, son
jóvenes con mucha energía que han de aprender a
controlar sus impulsos. Es una etapa en la que están
formando su identidad, por
lo que sus futuros comportamientos dependerán en gran
medida de cómo superen todos estos cambios. Los
niños y adolescentes violentos son aquellos que no se
ajustan a las normas, son
impulsivos, intolerantes e inconformistas. En los colegios
provocan disturbios y en ocasiones suelen actuar amenazando a sus
compañeros.

Algunos de estos adolescentes llegan a participar en
peleas, agrediendo físicamente por medio de golpes o con
algún objeto o incluso con armas y pudiendo causar
daño físico a él mismo o a otras personas en
este caso puede ser un adolescente violento para convertirse en
un delincuente. Todos estos aspectos fueron considerados para
formar las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son
los tipos de violencia
escolar?, ¿Cuáles son las
características del perfil psicosocial del agresor?,
¿Cuáles son las características del perfil
psicosocial de la victima?

Objetivos de la
investigación.

Objetivo General.

  • Identificar el perfil psicosocial de los sujetos que
    intervienen en los tipos de violencia escolar.

Objetivos específicos.

  • Describir los tipos de violencia que se manifiestan
    entre iguales (Bullying).
  • Identificar el perfil psicosocial del
    agresor.
  • Identificar el perfil psicosocial de la
    victima.

Justificación del
problema.

Las experiencias que tienen los niños y
adolescentes con sus iguales, junto con las que proporciona
la familia, la
escuela y otros entornos sociales próximos, tienen una
marcada influencia en la adaptación social de la persona a lo
largo de su vida. Es muy importante resaltar el significado que
posee las interacciones en el desarrollo de los niños y
jóvenes, interacciones que facilitan el aprendizaje de
un amplio abanico de habilidades y actitudes que
influyen en el desarrollo social y que también contribuyen
al desarrollo emocional y cognitivo en gran medida. A diferencia
de las relaciones que los niños y jóvenes mantienen
con los adultos, en las relaciones entre los propios niños
y adolescentes domina la igualdad de estatus; es decir, sus
relaciones tienen un carácter no jerárquico, se mueven en
el plano de la simetría horizontal, de ahí la
consideración de iguales.

Está claro que el tema del maltrato y la
intimidación entre compañeros es un aspecto propio
de la convivencia escolar y de los problemas de relación
interpersonal y competencia
social del alumnado. Sin embargo y a modo de justificación
hay que fundamentar por qué el fenómeno del
bullying es de preocupación para toda la comunidad escolar
y universitaria.

Las distintas formas de violencia, intimidación y
victimización que se producen en la escuela tienen
consecuencias sobre todas las personas que en ella conviven. En
la víctima produce miedo y rechazo del contexto donde
sufre la violencia, pérdida de confianza en uno mismo y en
los demás. Y otros problemas derivados de la
situación a la que se ve sometido repetidamente: bajo
rendimiento, baja autoestima, aislamiento.

La investigación aportará beneficios tanto
para los investigadores, como para los alumnos y docentes, de
toda la comunidad escolar, dado que este trabajo puede
ser tomado como marco referencial para futuras investigaciones y
análisis referentes al fenómeno
Bulliyng.

Metodológicamente, la investigación busca
mediante la aplicación de técnicas
de recolección
de datos, tales como: observación directa, información
documental, entre otras, identificar el papel del docente ante
situaciones violentas entre iguales, de manera tal que se
identifiquen los elementos y factores que provocan las
situaciones de violencia entre iguales en las instituciones
educativas.

Para los investigadores, es importante ya que el
desarrollo de este estudio, le permite la aplicación de
todos los conocimientos adquiridos durante el transcurso de su
formación, y por medio de esto aportar recomendaciones en
función
de los objetivos
propuestos y planeados en la investigación.

Delimitación de la
investigación.

Esta investigación se realizará
específicamente en las Secciones: "A, B, C, D y E" del
5to Año, Liceo Bolivariano E.B.N. "Dr.
Jesús Semprúm" de la parroquia: La Rosa del
Municipio Cabimas y temporalmente comprendido desde Octubre de
2006 hasta 2007.

CAPÍTULO II

MARCO
TEÓRICO

Antecedentes de la
investigación.

Diversos estudios se han realizado sobre la violencia
escolar, entre ellos se encuentra el elaborado por García
(2004) "Diseño
de estrategias dirigidas a fomentar la convivencia en los alumnos
de la Escuela Integral Bolivariana El Tamarindo Guarenas –
Estado
Miranda", su objetivo
general fue "Diseñar estrategias que permitan fomentar
normas de convivencia en la Escuela Integral Bolivariana El
Tamarindo". Esta es una investigación de tipo Descriptivo,
con una muestra de Ciento Cuarenta (140) Sujetos. Los aportes
teóricos se basaron en los autores Arroyo (2000), Avanzini
(1998), Torres (2002), Vallejo (1997), LOPNA, entre otros. El
método
utilizado para la recolección de datos fue la
aplicación de actividades mediante la observación
directa y listas de cotejo.

Según García (2004), se debe fomentar el
uso de los medios pacíficos, como son el diálogo,
el entendimiento, la negociación y la concertación
para identificar y reconocer la existencia de los conflictos
existentes en las aulas de clase,
fomentando la no violencia y el respeto de los derechos humanos.

Los docentes tendrán la obligación de
inducir y sostener la actividad de sus alumnos y alumnas,
utilizando sistemas
educativos que fomentar actividades que permitan establecer una
convivencia armónica donde la paz se considere como
valor humano,
se desarrolle los aspectos morales, intelectuales,
laborales, artísticos, políticos y contribuir a
crear ambientes apropiados para el desarrollo armónico de
las relaciones interpersonales. Las recomendaciones más
resaltantes fueron: (1) Promover de manera sistemática
educación y formación para la paz especialmente
orientada a la niñez y la juventud. (2)
Preparar a los docentes en el área de Resolución
de Conflictos, como mediador, de esta manera se
entenderá la oportunidad de dar una perspectiva distinta
al conflicto, y
considerarlo como parte de la convivencia escolar armoniosa que
se quiere desarrollar. (3) Considerar la resolución de
conflictos en el ámbito escolar implementando estrategias
y técnicas de cooperación, comunicación, tolerancia, expresión
positiva de las emociones,
control de la
agresividad, desarrollo emocional. (4) participación real
de todos los miembros de la comunidad escolar, dándoles
espacios para el diálogo y negociación, de manera
que la convivencia, en ocasiones conflictiva, de los distintos
intereses de las diferentes partes (padres, alumnos, profesores,
administración y organizaciones
sociales), encuentre siempre una canalización adecuada
para el acuerdo y el compromiso en la toma de
decisiones.

Las conclusiones se relacionan con la
investigación propuesta, dado que se plantea utilizar
estrategias orientadas a identificar y reconocer la existencia de
los conflictos existentes en las aulas de clase, y además
de preparar a los docentes como mediador para que pueda entender
y manejar los conflictos presentados en las aulas de
clases.

Por otra parte, Campo, Fernández y
Grisaleña (2005) en su artículo publicado en La
Revista
Iberoamericana de Educación editada por la OEI Nº 38
(2005), titulado "La convivencia en los centros de secundaria: un
estudio de casos". Se basa en una investigación de tipo
descriptivo, dicho estudio se plantea en términos
fundamentalmente cualitativos, aunque con elementos cuantitativos
de contraste. Los objetivos de la investigación son (1)
Identificar y describir estrategias utilizadas por centros de
Secundaria en su intento de mejorar la convivencia, (2) Describir
y valorar el conjunto de medidas que cada centro educativo
utiliza en relación con los problemas que se abordan y con
el contexto de actuación y (3) Clasificar los factores del
clima escolar en relación con su incidencia en la
convivencia en los centros (factores básicos/secundarios)
y en relación con su viabilidad (sencillos/complejos en la
puesta en práctica).

La muestra se ubicó en tres centros que
trabajaban de forma positiva los problemas de convivencia, y que
contaban con suficiente experiencia en este campo. Las
aportaciones teóricas fueron suministradas por las
conclusiones de varios estudios sociológicos, tales como
Elzo (1996), Serrano y Hermida (1996). Dada la magnitud de la
investigación las conclusiones se resumen en (1) Descripción de las situaciones previas, Los
tres se convencen de que es más útil intentar dar
respuesta al problema que vivir con él, además
percibieron en los centros educativos que es necesario responder
a los aspectos de desarrollo
personal y social, junto a los académicos y
cognitivos, aunque esto provoque algunas resistencias
entre sectores del profesorado. (2) Conclusiones sobre el
cuestionario del alumnado, el cuestionario utilizado consta de
setenta (70) preguntas, de las cuales tres son de
confirmación, cuyas únicas alternativas de
respuesta son sí/no. Dos ítems son de respuesta
múltiple, y pretenden conocer en qué lugares y en
qué momentos se daban determinadas conductas. Los 65
ítems restantes son preguntas de percepción
personal, que
contestan en una escala valorativa
(nunca, casi nunca, suficientemente, casi siempre y siempre) a la
pregunta planteada. En ellas se indaga sobre temas claves de la
convivencia.

Las conclusiones más resaltantes son: a.- El
abuso entre iguales se efectúa sobre todo en el patio del
centro, en menor medida en la clase, y también en otros
lugares no especificados. Los momentos en los que con más
frecuencia aparecen son en los recreos y en los descansos entre
clases; b.- Amistad entre
compañeros: para los tres centros es el que obtiene mayor
valoración; c.- Participación en la
elaboración de la normativa de centro: también en
dos centros obtiene valoraciones ligeramente superiores al tres
la pregunta sobre la participación de los delegados y
delegadas en la elaboración de la normativa de centro,
mientras que para el tercer centro se queda por debajo de esa
cifra; d.- Elementos y componentes del proyecto de
convivencia en los momentos iniciales, los centros comienzan a
realizar actividades específicas de convivencia que giran
en torno a dos ejes
fundamentales: procesos de formación internos o externos
del profesorado, y coordinaciones para abordar los problemas que
surgen en la relación con el alumnado, todas las
iniciativas se desarrollan con el decidido impulso del equipo
directivo y de la coordinadora del Proyecto, ajuste de la
normativa básica para el alumnado, que se realiza a partir
de algunos principios explícitos. En relación al
objetivo específico Nº 1, orientada a mejorar la
convivencia entre los alumnos, beneficia a la
investigación propuesta; dado que como lo establece una de
las conclusiones responder a los aspectos de desarrollo personal
y social, junto a los académicos y cognitivos de los
alumnos. La recomendación relacionada es realizar
actividades específicas de convivencia que giran en torno
a dos ejes fundamentales: procesos de formación internos o
externos del profesorado.

En el mismo orden de ideas Arellano, Nava y
Méndez (2006), en su investigación "La
formación de los docentes en la prevención de la
violencia". Tipo de investigación Descriptiva; la población estuvo estructurada por 95
sujetos, representada de la siguiente forma 6 Br. Docente, 57
Lic. en Educación, 5 Técnicos Superior, 26
Ingeniero, 1 Orientador. Los aportes teóricos utilizados
provienen de autores como Arellano, Zaragoza, Díaz y
Martínez, Hernando, Martínez Zampa. Su objetivo
generar fue el "Indagar si en la Escuela se Realiza
Prevención y Tratamiento de la Violencia
Escolar".

El resultado del estudio manifiesta como alto porcentaje
de los docentes han presenciado hechos de violencia estudiantil
en todas sus modalidades. Se evidencia la existencia de
manifestaciones de violencia donde los alumnos utilizan objetos
contundentes, reflejando como factor común que los
docentes no están formados para actuar en una
situación de violencia dentro del aula, al igual en que la
Institución no se fomentan actividades en las que se
desarrollen competencias
tales como el convivir en democracia.

Las conclusiones se enfocaron en: (1) Aclarar los
conceptos, técnicas y métodos
para abordar la violencia escolar. El ambiente de aprendizaje fue
favorecedor y estimulante, utilizándose estrategias
dinamizadoras y aprovechando la actividad grupal para promover un
aprendizaje
colaborativo. (2) La Técnica de la Simulación
al permitir reproducir escenarios de violencia que se le
presentan a los docentes en su actividad diaria, facilitó
vivenciar las situaciones, pudiendo así enfrentarse a la
realidad e identificar y resolver problemas, y en función
de ello tomar decisiones. (3) El aprendizaje fue significativo
para los participantes, debido a que pudieron confrontar sus
conocimientos previos y experiencias, en relación a la
violencia y su forma de abordarla, con un nuevo conocimiento y
el manejo de estrategias para enfrentar el conflicto en sus
inicios, para evitar su escalada.

En atención a los resultados de la
aplicación de la investigación, se derivan las
siguientes recomendaciones: (1) Dictar los Talleres a las
diferentes instituciones educativas para mejorar el
desenvolvimiento de los docentes ante situaciones violentas. (2)
Diseñar nuevos Talleres que fortalezcan la
formación de los docentes en prevención de la
Violencia. (3) Presentarlo al Ministerio de Educación para
que de esa manera pueda llegar a otras instituciones.

Los resultados y conclusiones mencionadas, aportaron
recursos
teóricos para determinar ante situaciones de violencia
entre iguales, el papel del docente, además de describir
los tipos de violencia que se manifiestan entre iguales
(Bullying), mediante la utilización de los conceptos,
técnicas y métodos para abordar la violencia
escolar.

bases teóricas.

VIOLENCIA.

Autores e instituciones como Aguado (2003:25),
Sáez (2007:www.ucm.es), Organización Social de la Salud (OMS), coinciden en
que, la violencia es toda acción intencional que dirigida
a una persona puede causal daños tantos físicos,
psicológicos, sexual y emocional, afectando el desarrollo
integral del individuo causando a su vez daños
irreversibles en su desenvolvimiento eficaz, como ser social
generándose así privaciones e
inestabilidad.

En otro orden de idea, la UNICEF (2007:www.UNICEF.org)
y, la Real Academia (2007:www. Realacademia.com), agregan que la
violencia es un comportamiento premeditado que puede causar
daños físicos y psicológicos a otros
sujetos. Este accionar se manifiesta en amenazas y ofensas contra
otros, contra él mismo y contra el entorno.

En función de lo tratado se puede decir que la
violencia es un comportamiento agresivo que de manera deliberada
causa daños físicos, psicológicos, verbales,
sociales y emocionales que afectan el desarrollo y la
personalidad de otros sujetos considerados como
victimas.

violencia entre
iguales.

Cuando se habla de situaciones violentas en contextos
escolares se piensa en peleas, robos o destrozos en el material y
las instalaciones de los centros. Hay quien afirma que una dosis
de agresividad entre los escolares es necesaria para formar
adultos capaces de moverse en el mundo en que vivimos. Pero esta
agresividad está pasando a convertirse en algo preocupante
por la elevada incidencia con la que se produce y porque agrava
sus conductas y altera el normal desenvolvimiento de la vida
escolar. Ha adquirido mayor relevancia últimamente por el
eco que recibe en los medios de comunicación y, en parte,
también por la crudeza de algunos episodios
recientes.

Olweus (1983:29), define Bullying como una conducta de
persecución física y/o psicológica que
realiza un/a alumno/a contra otro/a, al que elige como
víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa
e intencionada, sitúa a la víctima en una
posición de la que difícilmente puede salir por sus
propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las
víctimas efectos claramente negativos: descenso de la
autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo
que dificulta su integración en el medio escolar y el
desarrollo normal de los aprendizajes.

El Bullying se refiere a todas las formas de actitudes
agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación
evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro
u otros. El que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder,
a través de constantes amenazas, insultos, agresiones,
vejaciones, entre otras acciones, y así tenerlo bajo su
completo dominio a lo
largo de meses e incluso años. La víctima sufre
callada en la mayoría de los casos, el maltrato
intimidatorio le hará sentir dolor, angustia, miedo, a tal
punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias
devastadoras como el suicidio.

Puede afirmarse que es una conducta agresiva se
manifiesta entre escolares, conocida internacionalmente como
fenómeno bullying, y que es intencionada y perjudicial,
cuyos protagonistas son jóvenes escolares. No se trata de
un episodio esporádico, sino persistente, que puede durar
semanas, meses e incluso años. La mayoría de los
agresores o bullies actúan movidos por un abuso de poder y
un deseo de intimidar y dominar. Un rasgo específico de
estas relaciones es que el alumno, o grupo de
ellos, que se las da de bravucón trata de forma
tiránica a un compañero al que hostiga, oprime y
atemoriza repetidamente, y le atormenta hasta el punto de
convertirle en su víctima habitual.

La conducta bullying es la violencia mantenida,
física o mental, guiada por un individuo en edad escolar o
por un grupo, dirigida contra otro individuo también en
edad escolar que no es capaz de defenderse a sí mismo en
esta situación, y que se desarrolla en el ámbito
escolar.

Tipos de violencia entre
iguales.

Olweus explica que la violencia entre iguales ó
bullying puede tomar varias formas, entre las cuales se
destacan:

  • Violencia física: Es una agresión
    contra la integración física de otra persona,
    dicha agresión se manifiesta a simple vista y se delata
    la forma en que fue provocada, ejemplo: los dedos sobreimpuesto
    en las mejillas, los hematomas en el cuerpo y los moretones en
    los ojos que presentan las víctimas.

Este tipo de agresión incluye empujones,
puñetazos, patadas, agresiones con objetos duros y
cortantes, como: hojillas, vidrios, navajas, tijeras, puntas de
compás, y hasta se puede ocasionar heridas y aruños
con lápices u otros materiales
utilizados por los estudiantes.

  • Violencia verbal: Son todos aquellos actos en los que
    una persona lastima verbalmente a otra persona, esta se
    manifiesta por medio de agresiones como gritos, insultos,
    sobrenombres, comentarios sarcásticos y burlas que
    exponen a la víctima al público, incluyen
    expresiones como: "eres inútil" ó "no sirve para
    nada", entre otras.

También son frecuentes los menosprecios en
público o resaltar y hacer patente en forma constante un
defecto físico o de acción, seguida del aislamiento
social. Los patios, pasillos, los baños, las entradas y
salidas de los centros escolares, son lugares comunes y
frecuentes de expresión de este tipo de violencia. Pero
tampoco es extraño que a lo largo del tiempo (en ocasiones
de meses o años) el espacio físico se extienda a
medida que se consolida el proceso de
victimización.

  • Violencia psicológica: La violencia
    psicológica no es una forma de conducta, sino un
    conjunto heterogéneo de comportamientos, en todos los
    cuales se producen una forma de agresión
    psicológica.

En todos los casos, es una conducta que causa un
perjuicio a la víctima, estas acciones van encaminada a
minar la autoestima del individuo y fomentar su sensación
de inseguridad y
temor a la agresividad verbal y física, cuanto más
tiempo persista, mayor y más sólido será el
daño. Esta violencia se manifiesta con un insulto puntual,
una altanería, una palabra o una mirada ofensiva,
comprometedoras o culpabilizadoras.

La violencia psicológica tiene mil caras; algunas
son obvias, otras, prácticamente imposibles de determinar
como tales, pero todas las formas de violencia y acoso
psicológico dejan sus secuelas. Existen algunas
características notables en sujetos que han sufrido
violencia psicológica, las cuales son:

  1. Pasividad, timidez, problemas de
    aprendizajes.
  2. Inhibiciones en los juegos.
  3. Comportamientos autodestructivos (Intentos de
    suicidios, fugas del hogar.
  • Violencia social: Son acciones violencias que se
    manifiestan en el contexto social donde se desenvuelve el
    individuo, tales como: propagación de rumores
    descalificadotes y humillantes, que pretenden la
    exclusión y aislamiento del grupo del sujeto, con el fin
    de contrarrestar su desenvolvimiento en su entorno y que este
    sea víctima de su propia inseguridad.

Este tipo de violencia se evidencia como lucha en torno
a los valores, pretensiones o intereses, respecto de poder,
status o redistribución de recursos, en los cuales los
objetivos de los participantes no son solo obtener los valores
deseados sino también neutralizar, eliminar a los rivales,
en una contienda entre individuos y colectividad, o entre unos y
otros. El análisis y la explicación teóricas
de los conflictos son una variable de muchos fenómenos
tales como el: cambio social,
la lucha por el poder y la influencia.

Perfiles psicosociales de la
violencia.

  1. Perfil Psicosocial del agresor.

El rasgo distintivo es la agresividad que éstos
manifiestan no sólo frente a sus compañeros sino
también hacia sus profesores, padres y hermanos. Muestran
además una actitud
positiva hacia la violencia, manifestándose de forma
violenta con más asiduidad que sus iguales. Suelen ser
físicamente más fuertes que sus víctimas y
bastante impulsivos y autosuficientes.

Las características personales no constituyen los
únicos elementos responsables de los ataques que los
agresores realizan sobre sus víctimas, la aparición
del matonismo, como también se le denomina, se ve
favorecida también por ciertas condiciones situacionales.
El matonismo aparece cuando la víctima se ve obligada a
compartir el medio con los agresores. Si existe la posibilidad de
huir, la víctima en la mayoría de las ocasiones lo
hará. Por el contrario, no es frecuente la
aparición de ataques en presencia de personas, padres,
profesores, personas mayores o compañeros con poder, que
puedan censurar al agresor por su conducta.

A través de los diferentes estudios e
investigaciones, Olweus determina que los perfiles psicosociales
son todos los aspectos tales como: Personalidad, Sociales,
Físicos y Sociales de la Victima y/o Agresor; estos
aspectos o características son posibles de identificar y
algunos autores como Riobo, E (2005), Sevilla C y
Hernández M (2006) coinciden con las
características dadas por el autor, entre las que se
destacan:

Aspectos Básicos del Perfil del
Agresor.

Personalidad del Agresor.

  • Agresivo y fuerte impulsividad. Son las personas
    que ofenden ó provocan a los demás. Que
    implican provocación ó ataques y al mismo
    tiempo se deja llevar por la emotividad del
    momento.
  • Ausencia de empatía.
  • Poco control de la ira. Es cuando ante situaciones
    de tensión el sujeto puede llegar a perder el control
    en su comportamiento pudiendo inclusive llegar a la
    agresión de la persona o personas, que se piensa
    pueden ser causantes o responsables de la
    situación.
  • Percepción errónea de la
    intencionalidad de los demás: siempre de conflicto y
    agresión hacia él. Es la persona que siempre se
    muestra a la defensiva, siempre cree que otras personas lo
    están agrediendo y suele exhibirse como victima para
    excusar su propia conducta.
  • Autosuficiente, jactanciosos. Se define como una
    persona que actúa con suficiencia presunción,
    engreimiento, se muestran fanfarrones y arrogantes, ante
    cualquier situación creyendo que nunca necesitan
    ayuda.
  • Capacidad exculpatoria. Sin sentimiento de culpabilidad (el otro se lo merece). Son
    personas que se la pasan divulgando sus actitudes agresivas
    contra otros sin ningún remordimiento de conciencia,
    son incapaces de darse cuenta que le están haciendo
    daño a otros.
  • Bajo nivel de resistencia a la
    frustración.
  • Escasamente reflexivo/a ó hiperactivo. Son
    individuos hiperactivos que se muestran inquietos,
    impulsivos, con falta de atención, agresivos y
    desobedientes. Con frecuencia están distraídos,
    no pareciendo escuchar cuando se le habla, no saben jugar
    solos y las relaciones con sus compañeros se
    caracterizan por peleas y discusiones.
  • Incapacidad para aceptar normas y convenciones
    negociadas. Las personas agresivas no admiten perder, no son
    capaces de seguir las reglas y normas; su problema le hace
    que no sepa mantener la disciplina
    en clase y esto hace que sean rechazado por sus
    compañeros.
  • Déficit en habilidades sociales y
    resolución de conflictos. La relación con sus
    compañeros no es buena, lo rechazan, por las
    diferentes actitudes que manifiestan ante el grupo
    (agresividad, impulsividad…), nunca están
    dispuesto a una solución de un problema. .
  • Su evolución en el futuro puede derivar,
    si no se trata hacia la delincuencia o la agresión
    familiar.

Aspectos Físicos del Agresor.

  • Sexo masculino. Por lo general son los varones los
    que se imponen o se enfrentan en conflictos.
  • Mayor fortaleza física. Las personas que
    agraden, frecuentemente tienen mayor fortaleza física
    ante su oponente y ante el sexo
    femenino.; su superior fortaleza física se produce
    respecto a sus compañeros en general y de las victimas
    en particular.

Características del Ámbito familiar del
Agresor:

  • Carencia de fuertes lazos familiares, por lo
    general consecuencia de la carencia de afecto y de
    dedicación con los suyos, esto incrementa el riesgo de que
    el niño y/o adolescente, se convierta más tarde
    en una persona agresiva con lo demás.
  • Emotividad mal encauzada en la familia. La
    familia juega un papel muy importante en el desarrollo de la
    personalidad del sujeto, ya que ella va a ayudar a fomentar
    con su apoyo, a través de la orientación y el
    afecto, la conducta. Siendo necesario para esto, una
    comunicación efectiva que permita conocer los
    sentimientos y emociones del niño o adolescente, para
    poder orientar en función de los valores, el sentir
    del sujeto. Si estos no son tomados en cuenta, los conllevara
    a actuar de manera agresiva en su contexto provocando con eso
    sentimientos de frustración.
  • Permisividad familiar respecto al acceso del
    niño a la violencia: Uno de sus graves problemas que
    origina esta situación e la no existencias de normas o
    estas no están definidas claramente por lo cual los
    hijos no saben lo que se espera de ellos Los padres
    permisivos dificultan a los hijos diferenciar lo que les hace
    bien de lo que no.
  • Reflejo de cómo ejercen sobre él la
    violencia. Si partimos del hecho que para cualquier persona
    las actitudes agresivas son perjudiciales, ya que son
    conductas intoleradas, esto se agrava si son niños y/o
    adolescentes, sometidos a violencia
    familiar, las relaciones con los padres, se vuelven
    críticas, manifestándose actitudes desafiantes,
    rebeldes y de constante discusión.
  • Si los padres o los maestros no le prestan
    suficiente atención, es decir no muestran afecto,
    dedicación, tolerancia…, puede generar
    sentimientos, estados y sensaciones de inseguridad, fracaso o
    insatisfacción, por no sentirse importante, y
    incidiendo en que se conviertan en rebeldes y agresivos, como
    una forma negativa de buscar atención de los adultos
    significativos, y se refugian en el grupo de amigos, con
    ellos se sienten acogidos, protegidos, importantes y
    valorados, lo que les refuerza y da seguridad para acosar a
    otros compañeros. García, C., Garrido,A.,
    Judity Otros (2005)
  • El Modelaje: Al ver a sus padres o a sus hermanos
    mayores obtener lo que quieren poniéndose en actitudes
    violentas. Este modelo de
    comportamiento tiende a imitarse para conseguir lo que se
    desea, sin importarle nada ni nadie.
  • Está expuesto a mucha violencia en el
    cine
    la
    televisión o en los videojuegos. En las personas el uso y tiempo
    que hacen de la televisión y los programas de
    acción en cierto modo elevan el grado de nivel de
    agresividad en los niños, niñas,
    jóvenes, adultos, adultas, que los ven
    frecuentemente.

García, C., Garrido. A., Judit y Otros (2005),
plantean que en ocasiones los niños y/o adolescentes,
pueden comportarse, cuando están solos con la
víctima, tolerantes y sin agresividad, sin embargo al
unirse con los amigos que avalan y aplauden su comportamiento, se
inicia el acoso, respondiendo a la presión de
los demás. Dicen los autores mencionados que a veces no
son plenamente conscientes de que están haciendo tanto
daño, pueden pensar que se están divirtiendo y
producto de
sus inseguridades, buscan demostrar su superioridad, para tener y
afianzar su reputación y para hacerse más popular.
Con ello, se deduce que la presión, las demostraciones de
poder y el qué dirá el grupo es determinante en
estas edades, y es un factor impulsor e la violencia entre
iguales. En otras ocasiones, el acosador no tiene una verdadera
conciencia del daño que causa a su víctima ya que
él lo ve como un simple juego y
cómo el método para destacar ante los demás
y sentirse realizado.

Características del Ámbito Social del
Agresor:

  • Dificultades de integración social y
    escolar: Les cuesta y se les dificulta relacionarse con un
    grupo, ya que por su conducta agresiva logran aislarse y a su
    vez ser rechazados en el contexto donde se
    encuentren.
  • Bajo interés por la escuela. El rendimiento
    académico disminuye notablemente, y el interés
    por los estudios es cada día menor, ya que la
    violencia en las aulas perjudica la calidad de la
    educación y no permite el desarrollo de los
    jóvenes, además que los problemas asociados a
    su actuación violenta y su visión hostil del
    entorno, pueden afectar el tener metas claras y un proyecto
    de vida asociado a su preparación
    educativa,
  • No asume responsabilidades. Los jóvenes con
    características de agresividad, por lo general no se
    sienten comprometidos a responder y/o aceptar las
    consecuencia de sus acciones, igualmente ante actividades
    donde participa, no cumplen con las asignaciones que le
    corresponde generando reacciones no favorables de sus
    compañeros.
  • Capacidad para ser populares. A pesar de que cada
    individuo es diferente en función de sus experiencias
    y situación personal, por lo general son
    líderes en el grupo, con vocación de
    protagonismo, obteniendo beneficios de tales prácticas
    (prestigio, recompensas materiales). García, C.,
    Garrido,A., Judity Otros (opcit)
  1. Perfil Psicosocial del la
    Víctima.

Siguiendo a Olweus, en cuanto a las víctimas, se
distinguen dos grupos: las
víctimas pasivas, no responden a los ataques y son sujetos
inseguros, y las víctimas provocativas que son individuos
violentos y desafiantes que cuando la ocasión lo permite
adoptan el rol de agresor compartiendo todas sus
características. Las víctimas pasivas, por
constituir el grupo más numeroso, suelen aparecer como
personas inseguras y ansiosas, dependientes, su autoestima es
menor que la de sus compañeros, y su actitud hacia la
violencia es negativa. Son también individuos sensibles,
retraídos, miedosos y propensos a problemas emocionales.
Cuando son atacados suelen reaccionar con pánico,
y en edades tempranas a menudo con llantos. Su conducta parece
señalarlos como inseguros, débiles y poco propensos
a responder a los ataques. En lo concerniente a su físico,
son más débiles que la mayoría de sus
compañeros.

  • Aspectos Básicos del perfil de la
    víctima.

En relación al perfil de la victima Olweus
señala algunas de sus características, en muchas de
ellas coinciden autores e Investigadores como Ortega (2004),
Menéndez I., 2004. Gómez A., Gala FJ y Otros
(2007), Losada M, Losada N y Otros (2007), podría
siguiendo sus aportes considerarse las siguientes

Personalidad de la víctima.

  • Personalidad insegura. Son personas que se muestran
    débiles, inseguras, ansiosas, tranquilas y con un bajo
    nivel de autoestima, la opinión que ellos llegan a
    tener de sí mismo y de su contexto es muy
    negativa.
  • Baja autoestima (causa y consecuencia del acoso
    escolar). Para quienes pueden tener consecuencia más
    nefastas, es la victima, ya que esto puede desembocar en
    fracasos y dificultades escolares, niveles altos y continuos
    de ansiedad, fobia a ir al colegio, en definitiva
    conformación de una personalidad insegura e insana
    para el desarrollo correcto integral de la persona
    (Menéndez I., 2004).
  • Alto nivel de ansiedad. El estado
    de ansiedad se manifiesta como: preocupaciones, angustias,
    intranquilidad e incluso cuadros depresivos.
  • Débiles y Sumisos. Se muestran intimidados y
    sumisos, ante cualquier situación que para él
    sea incontrolable, son por lo general introvertidos y
    tímidos, presentando dificultades de relación y
    de habilidades sociales, lo que incide en que tengan pocos
    amigos, estando generalmente solo.

Los jóvenes que son victimas presentan una
indefensión aprendida, pareciendo entrar en una espiral de
victimización después de sufrir uno o dos episodios
de agresión por parte de otros. Seguramente su incapacidad
para afrontar un problema poco serio, les lastimó la
autoestima y empezaron a considerarse víctimas antes de
serlo.

  • Aspectos físicos de la
    víctima.

Considerando los aspectos señalados por
Menéndez I., (opcit).se resaltan las siguientes
características:

  • Frecuentemente son varones. Dado que por lo general
    son éstos los que están involucrados en actos
    violentos y por esta razón, llegan a ser objetos de
    agresión.
  • Menos fuertes físicamente.
  • Rasgos físicos (gafas, obesidad,
    color de
    pelo), pertenecen a alguna minoría (niños y
    niñas de raza diferente), una vez que el agresor elige
    a la víctima explotaría estos rasgos
    diferenciadores.
  • Ámbito familiar de la
    víctima:
  • Sobreprotección familiar. Son niños
    y/o adolescentes que están constantemente vigilados
    por sus familiares, no los dejan ser independientes de
    sí mismo, por temor a que les pase algo y no estar
    allí para protegerlos.
  • Niños dependientes y apegados al hogar
    familiar, no saben defenderse y desenvolverse por sí
    solo, si no que depende de otros (familia) para hacerlo, esto
    hace que sean controlados por sus padres.
  • Ámbito social de la
    víctima.
  • Mayor dificultad para hacer amigos. Son
    niños y/o adolescentes a los que les cuesta hacer
    amigos y que, cuando lo hacen, se apegan excesivamente a
    ellos, creando unos lazos de gran dependencia, por lo general
    se suelen sentir obligados a obedecer. Incluso cuando no
    están de acuerdo con lo que los amigos les proponen.
    Esto crea vulnerabilidad social. y predispone a la
    sumisión y a la victimización.
  • Son los menos populares de la clase. Con pobre
    red social de
    apoyo (compañeros y profesores) no mantienen tras de
    sí un grupo que los proteja, generándose el
    aislamiento social. Si no encuentran una forma de reorganizar
    su vida social, pueden profundizar en su soledad y crearse un
    estado de miedo, que predispondrá a los otros contra
    él/ella. El niño o adolescente que es
    víctima de otros, puede recluirse en sí mismo,
    sin que los adultos significativos para él, sepan muy
    bien por qué lo hace.
  • No participan habitualmente en salidas del grupo,
    dado que no son tomados en cuenta para participar, colaborar
    en actividades grupales e ir de paseo o divertirse con los
    demás compañeros.
  • Por lo general son molestados con risas o abucheos
    repetidos en clase.
  • El sentirse vulnerable, hace que tenga faltas
    frecuentes a clase, pudiendo indicar que no quieren acudir
    por miedo y que no se atreven a decirlo.
  • Pueden quejarse de forma insistente de ser
    insultados, agredidos y burlados y de que le roban sus cosas,
    insistiendo que pierde su material escolar, les faltan
    materiales, libros,
    entre otros objetos personales.
  • Presentan cambios inexplicables de estados de
    ánimo, tristeza. aislamiento personal, poco
    comunicativo, lágrimas o depresión sin motivo aparente, es por
    eso recomendable estar atento a la aparición de
    comportamientos no habituales y cambios de
    actitud.
  • Escasas o nulas relaciones con los
    compañeros/compañeras.
  • Evidencias físicas de violencia y de
    difícil explicación, moratones. rasguños
    o cortaduras cuyo origen el niño y/o adolescente no
    alcanza a explicar, ropa rasgada o estropeada.

Sistema de Variables

Variable I. Situaciones de violencia entre
iguales.

Definición conceptual de la
variable.

Conducta de persecución física y/o
psicológica que realiza un/a alumno/a contra otro/a, al
que elige como víctima de repetidos ataques. Olweus
(1983:29).

Definición operacional de la
variable.

La violencia escolar es uno de los temas que más
preocupan a la sociedad actual. Una problemática en la que
es muy necesaria una investigación de calidad que oriente
las prácticas y las intervenciones de los adultos en la
familia y en la escuela; por lo que es necesario establecer el
papel del docente ante situaciones violentas entre
iguales.

OPERACIONALIZACIÓN DE LA
VARIABLE.

Cuadro Nº 1.

Operacionalización de Variable.

Objetivo General: Identificar
el perfil psicosocial de los sujetos que intervienen en los
tipos de violencia escolar.

Objetivos
Específicos

Variable

Dimensión

Indicadores

Ítems

Describir los tipos de violencia que se
manifiestan entre iguales (Bullying).

Situaciones de violencia entre
iguales

Tipos de Violencia

Violencia física

Violencia verbal

Violencia
psicológica

Violencia social

 

 

1-3

4-6

7-9

 

10-12

Identificar el perfil psicosocial del
agresor.

Perfil Psicosocial

Aspectos básicos del perfil
del Agresor

 

Personalidad del agresor

Aspectos físicos del
agresor

Características del
ámbito familiar del agresor

Características del
ámbito social del agresor

13-19

 

20-22

 

23-29

 

 

 

30-33

Identificar el perfil psicosocial de la
victima.

Aspectos básicos del perfil
de la víctima

 

Personalidad de la
víctima

Aspectos físicos de la
víctima

Ámbito familiar de la
víctima

Ámbito social de la
víctima

 

34-38

 

39-42

 

43-45

 

46-48

Fuente: Forero, Montero, Quintero, 2008.

CAPÍTULO III

MARCO
METODOLÓGICO

Para desarrollar ésta investigación se
requiere elaborar un diseño metodológico el cual
aborde de manera sistemática y coherente, a través
de la implementación de métodos y técnicas
que garanticen la aplicación científica, de tal
manera que el estudio se adecue al problema y a los objetivos
planteados.

En este sentido, en el presente capítulo se
presenta el tipo de investigación, su diseño,
población y muestra, así como los aspectos
teóricos relacionados con la construcción y
validación del instrumento y el procesamiento de la
información; además del procedimiento de
la investigación, lo cual permite recabar los datos
pertinentes para determinar los tipos de violencia escolar y el
perfil psicosocial del agresor y de la victima.

TIPO DE
INVESTIGACIÓN

El presente trabajo es de carácter descriptivo,
dado que se describen y analizan los resultados obtenidos del
proceso de investigación, con el propósito de
determinar los tipos de violencia escolar y el perfil psicosocial
del agresor y de la victima.

Al respecto, Chávez (2001:135) define la
investigación descriptiva como "aquella que se orienta a
recolectar información relacionada con el estado real de
las personas, objetos, situaciones o fenómenos; tal como
se presentaron en el momento de su recolección". Es por
ello, que este tipo de investigación se adapta al estudio
en cuestión, dado que permitió recopilar
información de manera individual en un área
específica de las instituciones analizadas.

DISEÑO de
investigación

El diseño de investigación tiene como
finalidad abordar el objeto de estudio como fenómeno
empírico para confrontar la visión teórica
del problema con los datos de la realidad. Por tal motivo, el
tipo de diseño corresponde al "no experimental", debido a
que no se manipula deliberadamente las variables de
estudio, sino que se hizo una descripción de los datos
obtenidos mediante las técnicas del
cuestionario.

Al respecto, Chávez (2001), señala que la
investigación no experimental es cualquier
investigación en la que resulta imposible manipular
variables o asignar aleatoriamente a los sujetos o las
condiciones. Asimismo, la investigación se identifica con
el tipo de diseño transeccional descriptivo, cuyo objetivo
principal es indagar la incidencia y los valores en la cual se
manifiesta una o más variables. Este diseño posee
una visión del estado de la variable, indicadores
que permiten determinar los tipos de violencia escolar y el
perfil psicosocial del agresor y de la victima.

Partes: 1, 2, 3
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